Erase una vez un niño y su caballo. El niño se llamaba Juan Manuel y su caballo Fari.
Un
día Juan Manuel ensilló su caballo y se fue al campo a darle una paseo.
Llegaron a la orilla de un río, pero no podía pasar porque era muy
hondo. Recorrieron la orilla del río buscando un sitio para cruzarlo. Se
encontraron con unos muchachos que estaban volando unas cometas y el
caballo se paró al ver las cometas, porque se asustó. Entoces Juan
Manuel les dijo que dejaran las cometas quietas para que el caballo
pasara. Siguieron paseando por el camino y se encontraron un rebaño de
cabras. Después dieron la vuelta para regresar a casa. Al llegar, Juan
Manuel le quitó la montura al caballo, lo bañó y lo secó, lo cepilló, le
echó paja y también agua y por último lo metió en la cuadra.
Después se lavó él, se puso el pijama, cenó, vio un rato la televisión y se acostó.
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