El bosque perdido

En el 1895 ocurrió algo en un bosque. Dos niñas  jugaban en la puerta de su casa. La mayor es rubia, con el pelo largo recogido con un lazo blanco. El vestido es gris, con una camisa blanca y un gran delantal blanco.La pequeña también es rubia, pero con el pelo más corto y con un lazo blanco más pequeño en un lado; lleva un vestido de color marrón y rojo. Estaban jugando con su gatito y de pronto este salió corriendo hacia el bosque. Las niñas se preocuparon, porque tenían prohibido ir al bosque solas, ya que el bosque era un lugar frío y sombrío en aquella época de otoño triste; lleno de viejos árboles y frondosas hierbas que tapaban todos los caminos y hacían de éste un lugar tenebroso.  Pasado un rato, como el gatito no había vuelto, las niñas se adentraron en el bosque gritando el nombre del gato. Iban cogidas de la mano, asustadas, porque no sabían lo que podían encontrarse en el bosque. Escucharon un ruido detrás de ellas y, con el repullo, se soltaron de la mano corriendo y miraron hacia atrás. Al cabo de un momento apareció el gato, que era el que hacía el ruido que las tenía asustadas. Las dos niñas se abrazaron felices. Los padres, preocupados, salieron a buscarlas. Tardaron dos horas en encontrarlas tumbadas junto a un árbol. Las niñas, llorando, se abrazaron a sus padres. Al llegar a su casa, les regañaron y les dijeron que no volvieran a hacerlo nunca más, que lo habían pasado muy mal.